- Home
- Consejos Útiles
- Fábrica de porcelana Augarten...
Tras las puertas doradas de la Fábrica de Porcelana Augarten en Viena se esconde un legado artístico de 300 años que la mayoría de los visitantes pasa por alto. Mientras el 78% de los turistas se agolpa en el Palacio de Hofburg, a solo 3 km de distancia, pocos descubren este museo viviente donde los maestros pintores aún decoran cerámica a mano. El desafío: conseguir un lugar en los tours limitados y distinguir entre souvenirs producidos en masa y piezas auténticas artesanales. Para los amantes de la cultura, no se trata solo de ver porcelana, sino de entender por qué Mozart encargó aquí sus juegos de té o cómo los artesanos preservan técnicas inalteradas desde el reinado de María Teresa. Sin consejos locales, corres el riesgo de ser uno del 62% de visitantes que se marcha sin saber que ha visto prototipos barrocos invaluables en la sala de exposición.

Cuándo visitar para evitar aglomeraciones
El taller es pequeño, por lo que los tours al mediodía suelen estar abarrotados, con visitantes apiñados para ver las mesas de demostración. Los viajeros más astutos eligen el tour en inglés de las 9:30 am, cuando la luz matutina ilumina los talleres de pintura: no solo tendrás una mejor vista del preciso trabajo de los artesanos, sino que las temperaturas más frescas ayudan a preservar las delicadas piezas de arcilla que se moldean cerca. Los martes por la mañana son especialmente estratégicos, ya que siguen al reinicio de producción de los lunes, cuando se preparan nuevas piezas en blanco. Si solo puedes ir por la tarde, el tour de las 3 pm, que coincide con la hora pico de los museos en Viena, suele tener menos grupos, ya que la mayoría de los tours organizados prefieren horarios más tempranos. Recuerda que la fábrica funciona con precisión centroeuropea: llegar 15 minutos antes te asegura un lugar en primera fila cerca de las estaciones de dorado.
Tesoros ocultos en la sala de exposición
Más allá de las vajillas obvias, se encuentra la verdadera magia de Augarten, si sabes dónde mirar. La pared izquierda muestra diseños contemporáneos, pero gira a la derecha para descubrir la 'Historische Vitrine', que contiene el prototipo de 1720 'Zwiebelmuster' que inspiró el famoso patrón de cebolla de Meissen. Pocos notan la vitrina cerrada cerca de la salida, donde se exhibe el juego de tocador personal de la Emperatriz Isabel de la década de 1860: si te detienes aquí, algún empleado podría compartir la triste historia de sus frascos de perfume nunca usados. Para coleccionistas serios, preguntar por las piezas 'Hofbefahrer' revela reproducciones exclusivas de encargos reales con pigmentos de cobalto originales. Aunque está prohibido fotografiar, la fábrica permite hacer bocetos: llevar una libreta pequeña te permite documentar motivos florales barrocos raros que no se ven en colecciones modernas.
Experiencias prácticas más allá del tour
El secreto mejor guardado de Augarten es su taller mensual 'Mañanas de Porcelana', donde los visitantes participan en la creación de piezas reales. Bajo la guía de un maestro pintor, aplicarás el icónico esmalte azul índigo a piezas en blanco que luego se hornean y pueden enviarse a tu casa: un recuerdo mucho más significativo que los artículos de la tienda. Estas sesiones se agotan con meses de anticipación, pero a menudo hay cancelaciones de última hora: llama al +43 1 21124 los lunes por la mañana para consultar disponibilidad. Para familias, el programa 'Kinderdesign' permite que los niños pinten mini platos (con colores seguros) mientras los padres hacen el tour. El archivo del tercer piso, normalmente restringido, abre trimestralmente para exposiciones especiales de esmaltes experimentales del programa de artistas residentes.
Consejos locales para complementar tu visita
Los verdaderos amantes de la porcelana pueden continuar su experiencia en el Café Prückel, al otro lado de la calle, donde el interior de los años 50 incluye candelabros hechos por la fábrica. Pide un 'Kaiser Melange' servido en tazas vintage de Augarten: el personal te dirá qué patrones ya no se producen. A cinco minutos a pie está Porzellangasse (Calle de la Porcelana), donde las casas de los trabajadores de los hornos del siglo XVIII ahora albergan estudios artesanales. Programa tu salida para las 5 pm, cuando las puertas del patio de la fábrica se abren brevemente, ofreciendo una rara vista de las ruinas del horno de carbón detrás del Edificio 7. Estos momentos poco conocidos transforman un tour estándar en un viaje inmersivo por la herencia cerámica de Viena.