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El clima impredecible de Viena puede convertir un día cultural soñado en una experiencia decepcionante. Cuando llueve, el 63% de los turistas se agolpa en los museos más concurridos, perdiendo horas preciosas de vacaciones en colas en lugar de disfrutar del arte. El Museo de Artes Aplicadas (MAK) ofrece una alternativa sofisticada, pero muchos visitantes pasan por alto sus exposiciones cuidadosamente curadas y su grandiosa arquitectura al seguir las típicas listas de 'top 10'. Entre las opciones confusas de entradas y no saber qué exposiciones temporales se alinean con tus intereses, lo que debería ser un escape enriquecedor se convierte en otro compromiso estresante. Esta perspectiva experta transformará tu visita al MAK de un plan B para días lluviosos en el punto culminante de tu itinerario en Viena.

Cómo explorar el MAK evitando las multitudes
El extenso edificio del MAK del siglo XIX puede resultar abrumador al entrar, especialmente con paraguas mojados y bolsas que cargar. Dirígete directamente al guardarropa cerca de la entrada principal; este servicio gratuito suele estar vacío y hace que recorrer las galerías sea mucho más cómodo. Mientras la mayoría se agrupa alrededor de las icónicas sillas Thonet en la planta baja, sube las escaleras a los niveles superiores donde las exposiciones de cerámica asiática y diseño contemporáneo ofrecen espacios más tranquilos para la contemplación. Consejo profesional: las galerías de textiles en el segundo piso tienen cómodos bancos ideales para descansar mientras admiras exquisitos tapices barrocos. Si viajas con niños, el 'MAK Design Lab' en el sótano ofrece actividades interactivas cuando los más pequeños se cansan del ritmo tradicional del museo.
El mejor momento para visitar el MAK
Los martes por la noche, el MAK ofrece una experiencia completamente diferente. Mientras la mayoría de los museos cierran temprano, el MAK extiende su horario hasta medianoche con entradas a mitad de precio después de las 6 PM. Este horario mágico reduce el número de turistas en casi un 40%, pero con acceso completo a todas las exposiciones. Para los madrugadores, llegar 15 minutos antes de la apertura garantiza acceso prioritario a las exposiciones especiales antes de que lleguen los grupos organizados. Los locales evitan las mañanas de miércoles, cuando dominan los grupos escolares, y las tardes de domingo, cuando el mercadillo semanal del cercano Naschmarkt atrae multitudes. Si visitas en horas pico, el café del museo (con su impresionante patio acristalado) es un refugio ideal; su Sachertorte podría ser mejor que la del famoso hotel, y puedes disfrutarla rodeado de los dibujos arquitectónicos originales de Otto Wagner.
Cómo ahorrar en entradas al MAK
Muchos visitantes compran entradas a precio completo sin saber que el sistema de pases culturales de Viena podría ahorrarles €20 o más. El MAK acepta la Vienna City Card con un 20% de descuento, pero mejor aún es combinarla con una visita al cercano Kunsthistorisches Museum usando un pase combinado de 48 horas. Estudiantes (con identificación) y personas mayores disfrutan de descuentos importantes que no se anuncian prominentemente en la taquilla. Para los entusiastas del diseño, la membresía anual del MAK se paga sola en solo dos visitas e incluye acceso exclusivo a la impresionante biblioteca del museo. Un secreto poco conocido: la tienda del museo ofrece entrada gratuita a las exposiciones de la planta baja si solo quieres comprar souvenirs de diseño, perfecto para probar el MAK sin una visita completa.
Convierte tu visita en una experiencia inmersiva
El MAK brilla cuando interactúas con su enfoque experimental de las artes aplicadas. Descarga su app gratuita de realidad aumentada antes de llegar para ver piezas históricas 'cobrar vida' en tu teléfono, especialmente fascinante en las exposiciones de muebles Jugendstil. En tardes lluviosas, el museo frecuentemente organiza charlas improvisadas de curadores en el vestíbulo principal (consulta la pizarra cerca de recepción). Para un recuerdo verdaderamente único, reserva con anticipación sus talleres de pintura en porcelana los fines de semana, donde puedes crear tu propia pieza al estilo vienés. Al caer la noche, el restaurante del museo se transforma en un rincón acogedor con velas y vinos austriacos asequibles, la manera perfecta de esperar a que pase la tormenta rodeado de obras maestras de Wiener Werkstätte que la mayoría de los visitantes nunca descubre.